Introducción
El siguiente trabajo surge de un ensayo final, es por parte de César Rivera, y expone argumentos para considerar en la Psicología Social una comparación entre la Tesis de la Mentalidad Grupal y La Tesis de la Mentalidad Invididual. Problema con un abordaje histórico y que aún causa controversias en la psicología social, la psicología en general y en la epistemología por los problemas e implicaciones que cada una conlleva.
Han existido 2 tipos de psicología social, una psicológica y una sociológica. Las tesis de mentalidad grupal e individual permiten abordar a las masas y movimientos sociales entre otros fenómenos. Desde la posibilidad de solipsismo en cada individuo, o bien de la multiplicidad en la unicidad de cada de ellos como producto de su sociedad, historia de vida y finalmente como parte de una totalidad.
La Tesis de Mentalidad de Grupo y la Tesis
Individualista
A lo largo de la historia de la
psicología social se ha mantenido una polémica acerca de qué es lo que motiva a
un grupo, de si éste tiene una conciencia propia, un pensamiento propio, o es
el conjunto de las individualidades.
La tesis individualista tiene sus
orígenes desde los teóricos conductistas, entre los que destaca Floyd Allport,
quien decía que sólo las cosas tangibles y concretas poseían una realidad
completa, y que lo intangible era meramente una relación de conceptos para
referirse a aquello que ocurre sobre el objeto tangible; en este sentido, se
referiría al grupo como una mera relación de individualidades, que vendrían
siendo el individuo tangible y el grupo el concepto para referirse a la colectividad
de individuos, para nombrar una acción que se ejerce sobre lo concreto. (Asch,
1968)
La tesis individualista en la cual dice que
los individuos son las únicas fuentes observables de información, y cuando
actúan varios individuos no es porque el grupo tenga un pensamiento propio,
sino porque cada individuo busca satisfacer sus necesidades individuales y se
vale de los demás individuos para lograr su meta, ya que éstos pueden fungir
como medios o como intermediarios entre el individuo y el objeto que se
persigue, ya sea material o simbólico. Esta tesis niega además la existencia de
un grupo real, argumentando que a lo que se le conoce como grupo es meramente
una colectividad de individuos, donde sólo se conjuntaron en un espacio y
tiempo comunes, y que para comprender los fenómenos sociales no hace falta
estudiar el fenómeno en lo que llaman la colectividad de individualidades, sino
más bien las propiedades de los individuos , refiriendo a hechos tales como las
religiones, los gobiernos, las instituciones de cualquier índole, siendo una
especie de intersubjetividad colectiva, donde hay un consenso de experiencias e
ideas que dependen única y exclusivamente de las vivencias y pensamientos
propios.
Por otro lado tenemos a la otra posición extrema, en
al que se supone que, cuando los individuos viven y trabajan en grupos, surgen
“entidades cognoscentes” un tanto ajenas a los individuos, que van más allá de
la mera experiencia individual, ya que poseen leyes propias que son
irreductibles a sólo un individuo.
Entre los autores que más destacan en esta
posición se encuentra Émile Durkheim, quien define al grupo como una entidad
mental. Menciona que las mentalidades individuales, al formar los grupos,
originan un ser con características de individualidad psíquica de índole
distinta, la cual llega a ejercer una fuerza propia sobre todos y cada uno de
los individuos. Hace una diferencia entre representaciones individuales y
representaciones colectivas, en las que se separa la conciencia individual de
lo que denomina conciencia colectiva. Durkheim propone que el hecho social es muy
diferente del fenómeno psicológico, ya que, según él, la conciencia colectiva
no pertenece al mismo orden que la conciencia individual, son realidades de
otra especie. De esta conciencia colectiva es de donde se originan las
leyendas, los mitos, concepciones religiosas y creencias. El sociólogo francés toma la idea de Wilhelm Wundt –fundador de la psicología como
disciplina científica al establecer el primer laboratorio de psicología
experimental en Alemania en 1879- al decir que las representaciones no son
meras copias exactas de la realidad, sino que es una fuerza que está dentro del
organismo, y que se ve envuelta en un torbellino de fenómenos orgánicos y
físicos; una representación es una imagen que un objeto engendra dentro de la
conciencia de cada individuo (Rodríguez, 2007).
Distingue tres tipos de representaciones: las
sensaciones, las imágenes y los conceptos.
En términos de Jean-Paul Sartre, Durkheim no propone
al grupo como un todo, sino como la totalidad de un proceso, donde interviene
indiscutiblemente lo que él llama la lógica de la acción, donde hay una
relación dialéctica entre el individuo y el grupo, la lucha del individuo ante
los demás (Anzieu, 1980). Esta lucha, al ser de experiencia meramente
individual, va formando las representaciones colectivas mediante la interacción
constante y simbiótica de todas las intersubjetividades. Además, Sartre propone
la delgada línea entre lo que sería una colectividad y un grupo; en la
colectividad, los individuos tienen un objetivo en común, y cuando este
objetivo en común pasa a ser el objetivo común, se convierte en un grupo.
En este punto
cabe mencionar la propuesta que hace Serge Moscovici (1961) acerca de las
representaciones sociales La propuesta de Moscovici viene a ser un intermedio entre
lo que Durkheim llamó conciencia individual y la conciencia colectiva. Expone que las representaciones sociales son
miniaturas del comportamiento, adaptaciones de la realidad que cada persona se
hace de manera individual. Son entidades casi tangibles, que están presentes en
todo momento y se manifiestan de diferentes maneras. Se relaciona tanto con
aspectos psicológicos como sociológicos. Las representaciones sociales son formas de
conocimiento de tipo práctico, específicas de las sociedades contemporáneas que
circulan en los intercambios de la vida cotidiana. Sus funciones primordiales
son la comprensión, la explicación y el dominio de los hechos de la vida
diaria. Es un fenómeno específico relacionado con la manera particular de
comprender y comunicar, y creándose así, de este modo, la realidad y el sentido
común. Es un sistema que reconoce de manera simultánea el aspecto cognoscitivo,
simbólico y su interacción con los sistemas sociales (Rodríguez, 2007).
Se puede decir que cada tesis tiene sus limitantes,
así como sus ventajas, tales como el explicar que el grupo está formado por
individuos que tienen
individualidades completamente distintas porque todos
los miembros de una sociedad han vivido cosas diferentes y las interpretan
basándose en su propia experiencia, y que estos individuos, al estar en
constante convivencia con los demás -que al igual que ellos tienen toda una
historia detrás e interpretan su realidad de manera diferente- van formando
representaciones simbólicas, que en el caso de la tesis individualista la
plantea como una mera relación de conceptos; en términos de Piaget se diría que
se está en un constante proceso de asimilación y acomodación de la realidad,
donde todo parte de la experiencia sensible que se tenga con el objeto en un especie
de relación funcional entre éste y el individuo; cada conciencia será
completamente distinta a la otra, pudiendo citar el principio antrópico, que
dice que todo existe en el universo porque el hombre lo puede percibir; aunque
en la tesis individualista esta premisa quedaría un tanto forzada, ya que se
refiere más que nada a lo que Durkheim llamó representaciones individuales,
donde el objeto adquiere un significado simbólico único e irrepetible en cada
individuo (aunque puede tener varias
cosas en común, la experiencia será diferente en todos los casos). Si se toma
al grupo como una especie de “inter-supra-individuo”, que a la vez depende y no
depende de todos y cada uno de los miembros, se le estaría dando al grupo ese
carácter antrópico e intersubjetivo que se menciona anteriormente: el grupo
puede ser percibido por los integrantes dentro del mismo como un ser conformado
por la suma de los individuos, o se pierde la noción de grupo y solamente se
percibe como una parte de una colectividad, de una masa; ahora bien, si el
individuo fuera del grupo, que no tiene ninguna propiedad de afiliación
proximal al mismo, lo verá como un “supra-ser” antes que percibir a cada uno de
los miembros que lo conforman; se hace partícipe el uso del simbolismo para
referirse al grupo como un ente virtual, un ente que la mayor parte del tiempo
e intangible y sólo se puede accesar a su conocimiento por medio de un “juego
de niveles de pertenencia”, donde la psicología de la Gestalt muestra su
vigencia a partir del punto de referencia del que se esté partiendo para
lograr, como diría Moscovici,, una representación social de una realidad, una
forma de apropiarse de la realidad de la manera que más le acomode a cada
persona; la representación social de Moscovici vendría siendo la síntesis entre la dialéctica de las 2
posturas extremistas, es decir, sería pieza clave entre el planteamiento de
Allport y Durkheim, la relación
funcional mediadora entre sujeto y objeto, aquel modelador de la realidad en un
ciclo de subjetivización-intersubjetivización-objetivización- internalización-subjetivización.
Volviendo al ejemplo del principio antrópico, cada ser
conserva su individualidad, al mismo tiempo que por naturaleza tiende a formar
parte de un grupo; no se podría hablar de la existencia del individuo como tal
si no existiera la noción de una colectividad y viceversa. Además, el individuo
se mueve por diversos “planos de realidad” de una manera constante y mayormente
imperceptible, ya que todo el tiempo es parte de un grupo y es un individuo,
tanto en esencia (concepto, según la tesis individualista) como en presencia,
sólo que en una diferencia de grado y pertenencia percibida en los niveles
tanto del individuo como tal, como de los demás miembros de su sector social
que lo rodea, quienes, a partir de una intersubjetivización le van dando forma y
presencia (la cual sólo es percibida por los miembros del grupo en su totalidad
de manera física [concreta] el tiempo que duren como tal en una restricción
espacio-temporal) a la esencia, que, al igual que todos los individuos, son
víctimas del cambio, del flujo del tiempo y de las sociedades que a cada
momento se hayan en simbiosis con todos y cada uno de las personas: si un
individuo cambia y ese cambio logra repercutir en los demás miembros del grupo,
y ese grupo llega formar una esencia propia tal que en determinado momento logre
una relevancia percibida por los demás grupos y subgrupos, podría decirse que
la sociedad cambia cuando los individuos cambian.
Referencias
-Anzieu, D. y Martin, J. (1980) La
dinámica de los grupos pequeños. Kapelusz.
Reseña histórica. Pp. 28 –
64.
-Asch, S. (1968) Psicología
social. Ed. Eudeba. Una introducción a la teoría de los grupos. Pp. 245 –
276.
-Moscovici, S.
(1961) El Psicoanálisis: su imagen y su público. Buenos Aires.: Huemul.
(1979)
-Rodríguez, T., García, M., Jodelet, D. et.al.
(2007). Representaciones Sociales: Teoría e investigación. México:
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades CUCSH.
Tengo una revisión corregida y aumentada de este artículo :D
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